A partir del año 2016 se ingresa el proyecto de la ley REP al congreso y de ahí en adelante la asociación de recicladores comenzó una campaña de incidencia con el objetivo de ser incorporados dentro de la Ley 20.920, esta campaña de los dirigentes y aliados logro su propósito y se logra ser incorporados en la ley la cual dicta:
• Los recicladores de base son definidos como “Persona natural que (…) se dedica en forma directa y habitual a la recolección selectiva de residuos domiciliarios o asimilables y a la gestión de instalaciones de recepción y almacenamiento de tales residuos, incluyendo su clasificación y pretratamiento”. (Art. 3, N° 22)
• El principio de inclusión: “Conjunto de mecanismos e instrumentos de capacitación, financiación y formalización orientados a posibilitar la integración plena de los recicladores de base en la gestión de los residuos, incluidos los sistemas de gestión en el marco de la responsabilidad extendida del productor”. (Art. 2, Letra c)
• Se establece el reconocimiento formal al oficio a través del sistema nacional de certificación de competencias laborales (Art. 32)
• Se establece un registro de recicladores en el Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (Art. 37)
Este logro político nos puso dentro del nuevo sistema de tratamiento de los residuos, logrando nuestro reconocimiento como actores claves en el reciclaje.
El año 2018 es promulgada la nueva ley Rep y de ahí en adelante se inicia el proceso de elaboración de los decretos
En el Decreto Supremo publicado el 2020 se establece un nuevo avance:
• Se establece la obligatoriedad de trabajar con recicladores en el 50% de las instalaciones de recepción y almacenamiento de residuos necesarias para que operen los sistemas de recuperación (Art. 40). Según estimaciones del Ministerio de Medio Ambiente, estaríamos hablando de unas 350 instalaciones en el país, de las cuales al menos 175 deberán incorporar recicladores.
• Se establece la obligatoriedad para que los sistemas de gestión colectivos elaboren “planes de formalización de recicladores de base” que “deberá señalar los mecanismos e instrumentos de capacitación, financiamiento y formalización, orientados a posibilitar la integración plena de los recicladores de base, indicando el alcance y magnitud de los esfuerzos a realizar en estos tres aspectos”. (Art.13 y Art.40)
• Se instauraría un pago basado en el trabajo. Si bien se mantendría el mecanismo de `precio por kg.`, éste sería calculado en función del valor del trabajo que necesita realizar el gestor para recuperar el material, es decir, más cercano a lo que los recicladores llaman `pago por servicio` (Art.40).
En este escenario, se abren espacios para la inclusión efectiva de los recicladores en los nuevos sistemas y la mejora en sus condiciones laborales: como gestores prestadores directos del servicio de recolección de envases y embalajes para los sistemas de gestión, como parte de programas municipales de reciclaje inclusivo de municipios que sean contratados como gestores, y como administradores, operarios o proveedores de instalaciones de recepción y almacenamiento de residuos. En todos estos espacios se podrá tener contratos y regirse por la legislación del trabajo, lo que nos permite tener mejores condiciones laborales. Por otro lado, aumenta el desafío de formalización y asociatividad de los recicladores y la necesidad de mejorar capacidades administrativas y logísticas para mejorar el negocio, para llegar a ser gestores en este nuevo mercado.
Actualmente estamos mejorando nuestra incorporación al Registro Nacional de Recicladores de Base de Chile y avanzando en el proceso de certificación de competencias laborales para aumentar la cantidad de Recicladores formalizados para que puedan incorporarse a los nuevos procesos de reciclaje que establece la ley.
Otros de los aspectos importantes del funcionamiento del sistema, está sujeto a contratos entre Sistemas Integrados de gestión SIG y gestores. En este punto la ANARCH inicio desde principios de año contacto con los sistemas de gestión estableciendo un acuerdo de intenciones y luego un convenio de trabajo con el sistema de gestión llamado Re-Simple, que controlara el 80% de la gestión de residuos en el país, logrando en Septiembre la firma de convenio entre el sistema integrado de gestión Re-Simple y la Asociación Nacional de Recicladores. Fue sin duda un momento histórico para los recicladores de chile. De esa manera se inicia una nueva era en el proceso de inclusión y transición justa del gremio.
La firma a pocos días de entrar en funcionamiento la ley, es un acuerdo que establece un convenio financiero para cubrir salarios de 3 personas en cada Instalación de Recepción y Almacenamiento (IRA) y de los gastos de operación y mantenimiento. Además, se acuerda una tarifa fija y estable del valor de los materiales de envases y embalajes.
En concreto, se pagará el mismo precio por kilo de material en Santiago que en Puerto Montt y el precio será un valor estable. Esto va a permitir a las cooperativas de recicladores que operen los IRA recibir, por primera vez en la historia, un pago por su servicio además de un pago justo por los materiales entregados.
Este acuerdo con Re-simple nos ha permitido además poder incorporar a nuestros compañeros en las diferentes etapas de tratamiento de los residuos, esto quiere decir que podremos estar operando en puntos IRA. Centros de Acopio, recolección domiciliaria, industrial y en intervenciones educacionales.
Por otro lado ANARCH desarrolla un trabajo hacia los municipios quienes en ultima instancia son los gobiernos locales que tienen en sus manos la decisión de incorporar o no a los recicladores en la gestión de los residuos en las comunas, el rol de los municipios es por tanto fundamental para nuestra permanencia en el rubro, ellos son los que nos permiten dispones de instalaciones, servicios de recolección y control de un porcentaje del territorio, en este sentido tenemos el orgullo de haber logrado en la comuna de Independencia en Santiago de Chile que este municipio estableciera que la totalidad del servicio de tratamiento de los residuos sea gestionado por los recicladores de base,
Importante es tener en cuenta que todo este avance está directamente relacionado con nuestra formalización comercial y para ello decidimos levantar cooperativas de trabajo con las cuales podemos entrar al proceso con contrato directo con los sistemas de gestión. Actualmente llevamos 16 cooperativas a nivel nacional y esperamos contar con 25 a fin de año.
Estamos ante un cambio importantísimo en nuestra cultura y práctica en el manejo de residuos sólidos. Tenemos la oportunidad inmensa de impulsar una implementación de la REP que no sólo mejore de manera muy relevante nuestra situación de disposición final de residuos, sino que apoye la formalización de nuestro sector estimado en unos 60 mil trabajadores informales en el país.